Si es aprobado por los votantes cubanos el próximo mes, el nuevo Código de Familia del país se erige como una revolución social, consagrando el derecho de todas las personas a formar una familia sin importar el sexo o la identidad de género y reconociendo una variedad de formas de familia. El pasado 22 de julio la Asamblea Nacional de Cuba aprobó el proyecto de ley, documento legal que responde a la realidad de las familias cubanas en la actualidad. Esa decisión puso en marcha un referéndum popular que tendrá lugar en septiembre.
El Código de la Familia, como explica un joven activista cubano, “protege más a las personas vulnerables, agrupa una serie de medidas para ayudar a la sociedad, [y] posibilita nuevas oportunidades ya que reconoce… el vínculo familiar de las personas”.
El Código de Familia es más que una simple norma legal; más bien, es una continuación de la constitución cubana que entró en vigor en 2019, que ordenó una revisión del Código de Familia existente. En abril de ese mismo año, la Asamblea Nacional reunió a un grupo de trabajo temporal integrado por personas del sistema judicial, la sociedad civil y diferentes ministerios para redactar el nuevo código de familia.
Tras las gestiones del grupo temporal de trabajo, se produjeron consultas especiales entre organizaciones de masas e instituciones sociales, entre las que se encontraban el Gremio Nacional de Abogados de Cuba, la Sociedad Científica de Derecho de Familia y Social, así como el Centro de Estudios Democráticos y el Centro de Estudios de la Juventud. También hubo encuentros con diferentes grupos religiosos cubanos. Estas consultas y reuniones resultaron en modificaciones a 273 de los 483 artículos originales del proyecto de ley.
Esta nueva versión del proyecto de Código de Familia fue luego llevada a la Asamblea Nacional en 2021 donde se declaró la siguiente fase de consulta. Entre febrero y abril de 2022 tuvo lugar la consulta popular de toda la sociedad, donde participaron en el debate más de seis millones de cubanos. Durante este período, se modificó casi la mitad del documento. Cerca del 62% de la población cubana que participó se consideró a favor de la totalidad del documento.
Durante el proceso de consulta popular, hubo dos aspectos particularmente polémicos que finalmente pasaron sin ediciones: el derecho de las personas a adoptar y casarse sin importar su identidad sexual o de género y el derecho de los niños a tener autonomía sobre sí mismos. La constitución cubana exige la eliminación de todo tipo de discriminación, por lo que el Código de la Familia no puede vulnerar la dignidad de ninguna persona.
El resultado de este largo proceso es un Código de Familia diseñado para reflejar la sociedad cubana y dar respuesta a las necesidades de la familia. Para lograr estos objetivos, se realizó una investigación para determinar cuáles son las necesidades modernas de las familias cubanas y qué falta en las leyes cubanas existentes.
A pesar de lo avanzado que era el Código de Familia de 1975, todavía proporcionaba una visión de la unidad familiar centrada en un hombre y una mujer. Este modelo de familia nuclear no refleja la realidad en Cuba, donde existen familias con madres o padres solteros o estructuras familiares extensas donde tías, tíos, abuelos o padrastros están a cargo de los niños. Algunas familias están compuestas por tutores de los padres que no están relacionados con sus hijos. También se consideraron las convenciones internacionales de las que Cuba es miembro, como las que protegen los derechos de los niños y las personas con discapacidad, y las convenciones que protegen contra la discriminación de género.
El aspecto principal que define a una familia bajo el nuevo código es el afecto. La nueva constitución cubana se centra en la dignidad humana y el derecho de todas las personas a formar una familia, y el nuevo Código de Familia refleja estos derechos. Los artículos inscritos en el código de familia incluyen la garantía de alimentos para el sostenimiento de la familia, las relaciones familiares, los parientes o las filiaciones de diversa índole, ya sea por adopción, situación jurídica, filiación sentimental o reproducción asistida.
Esto incluye todo tipo de familias, por lo que es el primer código que incluye familias multiparentales en la región, es decir, será la primera vez que los niños pueden tener legalmente más de una madre o un padre. Se escribieron artículos para la mediación en la solución de problemas de familia, así como artículos para la protección de los cubanos en las relaciones con ciudadanos no cubanos.
El Código de la Familia pasó por un proceso rigurosamente democrático. Desde el primer proceso de consulta, donde se modificó más de la mitad del Código de Familia, hasta la segunda parte donde con la participación masiva del pueblo cubano se modificó más del 40%, se hace patente el proceso colectivo de promulgación de la legislación.
El Código de Familia también fue escrito en un lenguaje comprensible para que el pueblo cubano pudiera comprender fácilmente las legalidades involucradas. El código está diseñado no solo para uso en los tribunales de justicia, sino también como un documento educativo para que las familias lo usen como guía para comprender sus derechos y responsabilidades.
El paso final del proceso, el referéndum nacional, servirá para legitimar el Código de Familia. No impone ningún tipo de modelo a las familias cubanas; más bien, protege a todas las personas y familias, y futuras familias, como lo exige la constitución cubana.
Las personas de otros países, incluido Estados Unidos, pueden aprender mucho del proceso democrático que creó y modificó el Código de Familia. Comenzó con el objetivo de proteger a las familias, lo que, en comparación con un país como Estados Unidos que está erosionando los derechos de las mujeres, representa una alternativa drástica que merece atención. El aborto no solo es legal en Cuba; de hecho, es inimaginable que el aborto pueda volverse ilegal, ya que la constitución cubana consagra el derecho a la autonomía de las mujeres.
A partir del reconocimiento de estos derechos fundamentales, el Código de Familia se elaboró desde la base, donde millones de cubanos expresaron su opinión en todos los renglones de la ley. Luego de las enmiendas, la versión final ahora está siendo devuelta al pueblo cubano para que dé su aprobación final. El gobierno dice que todo es un acto de confianza mutua del pueblo cubano, el acto de “un pueblo humano que comprende las necesidades” de sus compatriotas. Se espera que una amplia mayoría vote para promulgar el Código de Familia en el referéndum de septiembre.
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