NACIONES UNIDAS (PL) — La violencia contra las mujeres y las niñas resulta hoy una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras en todo el mundo, pese a los mayores esfuerzos por erradicarla.
Así advierte de manera reiterada Naciones Unidas, quien declaró esta fecha como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, con el fin de llamar la atención sobre ese problema global.
La desigualdad de género persiste en todo el orbe, recalca el más reciente informe de la ONU al respeto, el cual ofrece alarmantes cifras sobre los feminicidios, la mutilación genital, el matrimonio infantil y la violencia doméstica.
En 2012, casi la mitad de todas las mujeres que fueron víctimas de un homicidio intencional fueron asesinadas por un compañero íntimo o un familiar.
Del mismo modo, de entre las mujeres con un rango de edad de 15 a 49 años que mantienen un vínculo de pareja o están casadas, solo el 52 por ciento toman sus propias decisiones acerca de las relaciones sexuales consensuales y el uso de anticonceptivos y servicios de salud.
Esta última estadística de ONU se basa en datos recolectados desde 2012 en 45 países, de los cuales 43 están situados en regiones en desarrollo.
Otra de las prácticas que mayor alarma causa entre la comunidad internacional es la mutilación genital femenina, que si bien disminuye durante los últimos 20 años, mantiene una prevalencia muy alta en al menos 30 países.
El tráfico humano, la prostitución, el acoso sexual, la discriminación por motivo de género también persisten, sobre todo debido a la carencia de regulaciones y marcos jurídicos que condenen esas prácticas.
Según investigaciones de ONU, lograr la igualdad de género ayuda a prevenir los conflictos, en tanto las altas tasas de violencia contra la mujer se correlacionan con los brotes bélicos.
Pese a estas evidencias, las acciones para la inclusión, el liderazgo y la protección siguen siendo inadecuadas. En tanto, el financiamiento de las iniciativas para prevenir y poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas resulta muy escaso.
Aunque entre los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible existe uno para poner fin a esa violencia, son necesarias gran cantidad de recursos si se quieren lograr cambios reales y significativos, destaca la ONU.
En la última década, la campaña Únete ha tenido un importante impacto internacional pues implica dedicar cada año 16 días de activismo (del 25 de noviembre al 10 de diciembre) contra la violencia de género
Bajo el tema ‘No dejar a nadie atrás: acabar con la violencia contra mujeres y niñas’, la campaña refuerza en 2017 su compromiso de crear un mundo libre de ese flagelo y presta especial atención a minorías, indígenas, refugiadas y quienes son afectadas por conflictos y desastres naturales.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, convocó también a la campaña Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas para el año 2030.
Una de cada tres mujeres en el mundo han experimentado algún tipo de violencia en sus vidas y si no abordamos este desafío, jamás podremos cumplir con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, insistió en su mensaje con motivo de la fecha.
Asimismo, exhortó a todos los actores políticos y sociales a trabajar juntos en cada país, región y comunidades, con el fin de avanzar -al mismo tiempo- hacia el mismo objetivo.
Como señal para mostrar su apoyo a estas demandas y llamar la atención sobre el tema, edificios icónicos de todo el mundo adoptarán este sábado el color naranja de la campaña Únete, como el Cristo del Corcovado en Brasil, el Palacio de Bellas Artes en México, y el Table Mountain en Ciudad del Cabo en Sudáfrica.
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