DES MOINES, Iowa – Los 122.000 votantes demócratas de Iowa que desafiaron el frío la noche del 19 de enero para asistir a las reuniones del Partido Demócrata para escoger su candidato presidencial fue una muestra dramática de su resolución de derrocar a George W. Bush el próximo 2 de noviembre.
Cuatro precandidatos estaban parejos en el apoyo a sus campañas. Esto inspiró a gente salir y participar, especialmente los jóvenes y los que nunca había participado en el proceso. Iglesias, bibliotecas, y escuelas públicas estaban llenas con muchos que aplaudieron los discursos contra la guerra en Irak, los recortes en servicios vitales en el país, y la falta de seguro médico.
Los resultados fueron asombrosos cuando el senador John Kerry de Massachusetts ganó 38 por ciento del voto y el senador por Carolina del Norte John Edwards tomando un 32 por ciento. El ex gobernador de Vermont, el doctor Howard Dean que estaba en primer lugar en las encuestas, salió tercero con 18 por ciento. El congresista Dick Gephardt, otro que se pensaba estaría en los primeros, sacó solo 11 por ciento, y dejó la campaña y hizo un llamado a sus partidarios que se unan tras el ganador demócrata para derrocar a George W. Bush. El congresista Dennis Kucinich ganó solo un por ciento. Pero ganó varios delegados a las convenciones de condado cuando sus seguidores se unieron a la campaña de Edwards. La reglas de Iowa permite esto cuando un candidato tiene menos de 15 por ciento.
Robert Bell, presidente del Partido Demócrata del condado Madison, dijo, mirando al salón de la Biblioteca Pública de St Charles, a unas 35 millas al sur de Des Moines, dijo, “Han salido más gente que en hace tiempo”. No había donde sentarse de tanta gente que salieron a participar en el proceso. Bell, un ranchero de grano, le pidió a los participantes que apoyen a Gephardt, quien él considera ha trabajado en apoyo a los agricultores y trabajadores.
Gil Dawes, un ministro de la iglesia Metodista Unidos, abogó por Kucinich, diciendo que el congresista “habló honestamente contra la guerra … contra los recortes de impuestos que fueron para los ricos y el Pentágono, dejándonos debiendo. Es tiempo que pongamos la cuestión de Irak en las manos de la ONU …” Los participantes aplaudieron calurosamente. Encuestas hecha al salir la gente de las reuniones indican que 70 por ciento se oponen a la guerra.
Kelly Harlow, una organizadora para Edwards dijo, “Todos sabemos que tenemos que sacar a George W. Bush de la Casa Blanca … Edwards es el que puede ganarle a Bush”.
El farmacéutico Barry Hitt alabó a Dean. “Él se opuso a la guerra en Irak desde el principio. A él lo atacan porque él preocupa a la gente de Bush. Ellos saben que él conoce donde Bush está débil. Él lo puede derrocar”.
La reunión después se separó en grupos y fue claro que Edwards era el ganador con Kerry segundo. Kucinich, Dean y Gephardt todos estaban bajo el 15 por ciento necesario para “viabilidad”. En la segunda ronda, casi todos se unieron al grupo de Edwards. Al fin y al cabo, Edwards recibió 67 votos, una mayoría de las 109 personas en la reunión.
Similarmente, 310 personas llenaron la Iglesia Congregacional Plymouth en Des Moines para la reunión del precinto 73. Jessica Ireland, una organizadora de la Red de Paz de Iowa, era la líder del grupo de 19 pro Kucinich. Kerry fue apoyado por 122, mientras que Edwards contaba con 97, y Dean con 66. En la segunda ronda Ireland convenció a 12 de los de Kucinich unirse al grupo de Edwards. Ireland fue electa como delegada al condado.
En la sede de la campaña de Kerry, Chuch Shelabarger, capitán del precinto 88 estaba contento con la ganancia de su candidato. “Yo siempre pensé que John tenía el mejor mensaje y la mejor probabilidad de derrocar a Bush”, él dijo. Él notó que Kerry era un condecorado de la guerra en Vietnam y que fundó los Veteranos de Vietnam Contra la Guerra, contrario a los que nunca pelearon en guerras y quieren hacer guerra como Bush.
“Kerry sirvió con valentía en Vietnam y después cuando regresó con aun más valor habló contra la guerra”, dijo Shelabarger. “¿Como le decimos a la madre del último hombre que muera en Irak que su hijo murió por un error? La mejor respuesta es regrésenlos. Yo estoy preparado a respaldar a quien sea el candidato demócrata. No podemos soportar cuatro años más de la agenda radical de George W. Bush. Como veterano que soy, no me gusta que nuestro soldados mueran allá, en una guerra que se podía evitar”.
La multitud sobrellenó la sede del Local 310 del Sindicatos de Obreros Siderúrgicos Unidos en una manifestación en favor de Gephardt el 18 de enero. John Campbell estaba prendido. Cuando se le preguntó que haría si otro es el candidato demócrata para la presidencia, él dijo, “George Bush no se puede quedar en la Casa Blanca. Como un afronorteamericano, como sindicalistas, y como ser humano, yo no puedo tolerar cuatro años más de Bush. Yo sé lo que es estar hambriento, ser pobre, y estar en una lucha dura. Uno no se rinde hasta el fin. Tenemos que unirnos con quien sea que esté postulando contra Bush”.
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