La paz se hizo fiesta: miles celebran amistad entre Etiopía y Eritrea
El presidente de Eritrea, Isaias Afwerki, segundo a la izquierda, y el primer ministro de Etiopía Abiy Ahmed, centro, se dan la mano mientras saludan a las multitudes en Addis Abeba, Etiopía, el 15 de julio. Los líderes de Etiopía y Eritrea se abrazan cálidamente al rugido de una multitud de miles en un concierto que celebra el final de un largo estado de guerra. AP Foto | Mulugeta Ayene

ADDIS ABEBA, Etiopía (PL) El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, y el presidente eritreo, Isaias Afwerki, visiblemente emocionados, acompañaron hoy a una multitud eufórica que se reunió en el centro de esta capital para festejar el fin del largo conflicto.

Los líderes de los países que hasta hace algunas semanas se calificaban entre sí como enemigos estrecharon abrazos y halagos, una muestra de afecto inimaginable que superaba el optimismo de quienes algún día soñaron con ver esas imágenes.

Un Afwerki conmovido se llevó las manos al corazón y se dirigió a los más de 25 mil etíopes congregados en el Millennium Hall en amhárico, el idioma oficial de este territorio del cuerno africano, al cual visita por primera vez en 22 años.

‘El odio, la discriminación y la conspiración han terminado’, aseguró el mandatario, de 72 años, ante los aplausos de quienes coreaban su nombre.

‘Nuestro enfoque a partir de ahora debe ser desarrollarnos y crecer juntos. Estamos listos para avanzar contigo como uno. Nadie puede robar el amor que hemos recuperado. Ahora es el momento de rescatar los tiempos perdidos’, manifestó.

El jefe de Estado elogió repetidamente al ‘liderazgo capaz’ de Ahmed, quien en su propio discurso le agradeció su ‘gesto valiente’ al aceptar la oferta de paz.

El evento fue, en opinión de la prensa local, una de las más claras muestras de aceptación popular al proceso reformista promovido por la nueva administración.

Diarios como The Ethiopian Herald lo señalaron ‘como una fiesta genuina’ por el fin de las hostilidades entre los archienemigos en el este de África, que libraron una sangrienta guerra fronteriza entre 1998 y 2000 causante de la muerte de casi 80 mil personas y de la separación de cuentos de familias.

El antagonismo terminó el mes pasado cuando Ahmed anunció la aceptación completa de un acuerdo firmado originalmente hace 18 años, en el cual se redistribuyen los límites territoriales, un elemento que Asmara había puesto como condición para iniciar cualquier proceso de acercamiento.

‘La reconciliación que estamos forjando ahora es un ejemplo para las personas en todo el continente y más allá’, declaró el primer ministro, de 42 años.

Jubilantes, muchos ciudadanos se encontraron dejando de lado la final de la Copa Mundial para ver la cobertura en vivo del suceso.

En la cita multitudinaria, algunos entonaron canciones críticas contra el Frente Popular de Liberación de Tigray, que solía ser el partido político más fuerte y aún integra de coalición en el poder.

Los de esa agrupación son, en consideración de expertos, hostiles al dialogo con Eritrea, y cuestionan intensamente las transformaciones políticas y económicas promovidas por el actual gobierno.

‘Nada puede detenernos en la búsqueda de un crecimiento y desarrollo sostenible. Pero tenemos que proteger los derechos democráticos que estamos recuperando ahora’, dijo al respecto Ahmed.

La iniciativa de Afwerki de hablar en amhárico para llegar a los etíopes sorprendió incluso a sus allegados de toda la vida. ‘Lo conozco desde hace más de 40 años. Nunca lo escuché hablar en esa lengua’, comentó la embajadora eritrea en Kenya y Tanzania, Beyene Russom, en su cuenta en la red social Twitter.

En las primeras horas de esta jornada, Ahmed agasajó al visitante con un desayuno cheko y genfo, la cocina tradicional del grupo étnico oromo del que proviene Abiy. También le entregó un caballo y un camello como obsequio: símbolos nacionales en las dos naciones.

Ya los eritreos se habían independizado en 1993, aunque los lazos de otra índole permanecieron inalterables hasta cinco años después, cuando las diferencias en torno a las zonas limítrofes condujeron a un choque militar a gran escala que se extendió por 24 meses.

Aunque un pacto de no agresión cerró de manera formal los enfrentamientos, las escaramuzas esporádicas continuaron en la frontera y los vínculos se rompieron irremediablemente.

Por periodista Richard Ruiz Julién de la Agencia de Noticias Prensa Latina.


CONTRIBUTOR

Prensa Latina
Prensa Latina

Agencia de Noticias Latinoamericana S.A. (Latin American News Agency) Prensa Latina radicada en Cuba. Genera, procesa y ofrece información del país y el resto del mundo. Prensa Latina tiene el propósito de ofrecer al mundo una visión de la realidad de Cuba y Latinoamérica diferente de la que ofrecen los grandes monopolios mediáticos.

Comments

comments