Como representantes de los trabajadores, los sindicatos tenemos el deber de participar activamente en el proceso de quiebras por el que está pasando nuestro país para poder preservar la mayor cantidad de derechos a las familias trabajadoras que representamos y así lo hemos hecho.
Para los trabajadores la única herramienta que les permite luchar para mantener sus derechos es su sindicato, sobretodo en este tipo de procedimiento que no está al alcance de una persona como individuo. La unión nos da a todos los trabajadores organizados la capacidad de evitar que la discusión sobre dónde, cómo, cuándo y a quien debe entregarse el dinero de nuestro país, no recaiga únicamente en los grandes bufetes que representan a los fondos buitres. Estamos intentando equiparar la balanza para que sea más justa para el pueblo.
En estos momentos estamos adquiriendo presencia y participación en el proceso, estamos logrando entrar en la discusión que tendrá el poder de cambiar el rumbo de nuestra Isla. La determinación del síndico Gebhardt de otorgar representación sindical en los Comités de acreedores no asegurados y retirados es motivo de celebración para todos nosotros. Esto nos brinda a los empleados públicos una voz dentro de este proceso. Para nuestra unión, también es motivo de celebración y orgullo el que nuestra compañera Blanca Paniagua, Presidenta del Capítulo de Retirados de SPU fuera seleccionada como miembro del Comité de Retirados bajo el Título III de PROMESA. Ella luchará fuertemente para que el impacto en las pensiones sea el menor posible. La quiebra impactará los derechos de las pensiones tanto de los retirados como de los miembros activos de SPU. Tenerla a ella como parte de este importante proceso será vital, será dar voz y voto.
Además, nuestra unión entró dentro del proceso de quiebras como acreedor para garantizar que se reserva más dinero para el servicio público y beneficios para el pueblo. Como acreedores podemos minimizar el impacto en las pensiones, defender los beneficios y hacerle justicia a los trabajadores, limitar la privatización de los servicios públicos, entre otros.
Estamos conscientes de que la responsabilidad, que como unión estamos adquiriendo, es mucha y que el proceso de negociación será difícil y muy complejo. Nuestra unión SPU con el apoyo incondicional de nuestra unión Internacional AFSCME estamos poniendo todos los recursos necesarios para que podamos seguir dando la batalla por las familias trabajadoras, el servicio público y Puerto Rico.
Pero esta lucha por Puerto Rico, es una lucha de todos. Llegó la hora de que como miembros de los diversos sectores de nuestra sociedad unamos esfuerzos para alcanzar soluciones viables para salir de esta crisis. Como pueblo tenemos que asumir un rol protagónico para no preocuparnos, sino ocuparnos, de tomar las mejores decisiones para sacar a nuestro país a flote y también exigirle a nuestros gobernantes transparencia y una sana administración de nuestros recursos económicos.
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