Nada en el horizonte ahora amenaza con el fin del bloqueo económico de Estados Unidos a Cuba. Las voces críticas dentro y fuera de los Estados Unidos fracasan; nada está en proceso, parece.
Recientemente, sin embargo, Naciones Unidas lanzó una denuncia que tiene una fuerza inusual, principalmente debido a la autoridad legal de la ONU y su experiencia práctica en Cuba.
Las críticas a las políticas estadounidenses sobre Cuba desde dentro de los Estados Unidos generalmente se dejan de lado debido en gran medida a la baja prioridad que los funcionarios de Washington asignan a los asuntos cubanos. Las coaliciones de naciones que condenan el bloqueo pueden carecer de poder de permanencia y seguramente no tienen medios para hacerlo cumplir. Las opiniones antibloqueo de naciones o individuos, solos o en conjunto, son útiles principalmente para la concientización.
Las Naciones Unidas son diferentes debido a su capacidad institucional. Se exhibe cuando la Asamblea General de la ONU vota anualmente una resolución cubana que pide el fin del bloqueo. Cada año, la noticia de su abrumadora e inevitable aprobación se difunde en todo el mundo, debido a la conexión con la ONU.
Las Naciones Unidas son únicas debido a su Carta, que entró en vigencia el 24 de octubre de 1945. Este instrumento fundacional describe propósitos en cuanto a la paz, no a la guerra y los derechos humanos. Es legalmente vinculante para las naciones participantes, como un tratado.
Además, la historia y las expectativas asociadas con las Naciones Unidas dotan a esa organización de poder institucional. Eso es algo que no pueden reclamar ni las ONG que operan en Cuba ni los proyectos temporales de varios gobiernos allí presentes.
Surge otro elemento. Las Naciones Unidas trabajan dentro de Cuba y participan en los asuntos cubanos. En ese sentido, las quejas de la ONU sobre la guerra de Estados Unidos contra Cuba adquieren una autoridad especial.
Trabajadores y especialistas técnicos de la ONU desde 2015 han estado implementando los “Planes Nacionales para el Desarrollo Económico y Social Sostenible” de la ONU en docenas de países, incluida Cuba.
Se trabaja al interior de los países y territorios para cumplir con una “Agenda de Desarrollo [para] 2030”. Los objetivos principales son: la eficiencia del gobierno, la transformación de la producción, la protección de los recursos naturales y el medio ambiente, y el desarrollo humano con equidad.
La sección de Cuba del llamado “Sistema de Naciones Unidas” consta de 22 “agencias, fondos y programas”, 11 de los cuales están físicamente presentes en la isla. Esa sección emitió recientemente un informe sobre sus actividades en 2022.
Sirviendo como coordinador residente
Francisco Pichón es un nativo de Colombia que se desempeña como “coordinador residente” del programa de la ONU. En declaraciones a la Agencia Cubana de Noticias, Pichón señaló que en Cuba sus equipos participaron con los cubanos en el abordaje de situaciones de desastre e introduciendo asistencia para el desarrollo. La colaboración se vio perjudicada, observó, por “el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos”.
Pichón atestiguó la constante necesidad de hacer ajustes. Con el impacto del Covid-19; el aumento de los precios de los alimentos, fuentes de energía y más; y la guerra en Ucrania, sus asociados tuvieron que “eludir las sanciones económicas de Estados Unidos” y evitar la exclusión de Cuba de los “mecanismos financieros internacionales”.
El personal de la ONU consideró necesario desviar fondos para montar programas especiales de asistencia después del huracán Ian y en respuesta a los problemas en Pinar del Río.
Indicó que el “preposicionamiento de recursos esenciales para situaciones de emergencia” era fundamental para montar respuestas rápidas y eficientes. Eso fue útil para reaccionar ante la explosión del Hotel Santiago en La Habana y el terrible incendio en una instalación de almacenamiento de petróleo en Matanzas.
Pichón destacó la complejidad de realizar cualquier tipo de pago, sobre todo porque los costos se elevan cuando se importan recursos de países lejanos, y porque Cuba está excluida de los organismos de crédito y servicios bancarios internacionales.
Guantánamo sigue siendo una prisión
La idea de que las Naciones Unidas es un socio potencialmente capaz para evitar la agresión de los Estados Unidos contra Cuba gana fuerza adicional luego de la visita a Cuba del Relator Especial de la ONU sobre Derechos Humanos y Contraterrorismo, que concluyó recientemente. A través de su visita e informe, las Naciones Unidas estaban haciendo valer las normas jurídicas.
La profesora de derecho Fionnuala Ni Aolain examinó la difícil situación de los prisioneros en la base naval estadounidense en Guantánamo en Cuba. El gobierno de Estados Unidos ocupó tierras allí como condición para aprobar en 1902 una constitución para la Cuba recién independizada. El gobierno de Cuba denuncia que la ocupación viola el derecho internacional.
De los casi 800 hombres encarcelados allí en un momento u otro desde 2002, quedan 30 presos, de los cuales 16 han sido autorizados para su liberación y no representan ningún peligro.
En una entrevista, Aolain testificó sobre la violación de los derechos humanos por parte de los EE. UU.: “Los hombres están encadenados mientras se mueven dentro de las instalaciones. Estaban encadenados cuando me conocieron”. Se refirió a “déficits enormes… en la atención médica, en los procedimientos operativos estándar… [a los hombres] se les llama por números, no por su nombre”.
Aolain agregó que, “Aquellos que torturaron traicionaron los derechos de las víctimas… [Lo que] aseguraron es que no se podía tener [un] juicio justo… [Y por lo tanto] sería imposible que las víctimas del terrorismo redimieran sus derechos. ” Y déjame ser claro. La tortura es el más atroz y atroz de los crímenes”.
Citado en un reportaje cubano, Aolain se refirió a “los efectos acumulativos agravantes en la dignidad, libertad y derechos fundamentales de cada detenido, que considero trato cruel, inhumano y degradante, según el derecho internacional”.
Foto: La prisión de EE. UU. en la Bahía de Guantánamo, tierra cubana en manos ilegales de EE. UU. La horrible mancha en la reputación de EE. UU. y su feo bloqueo a Cuba continúan mientras la prisión permanece abierta. Incluso esta foto tuvo que ser aprobada por el gobierno de los EE. UU. antes de que pudiera publicarse. Ninguna foto de las cosas horribles que suceden en la prisión se publica bajo la fuerte censura de los EE. UU. | Alex Brandon/AP
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